Sentía que debía resetearme, limpiarme en todos los sentidos, y ha funcionado. Gracias a la detox he perdido 8 kilos, me siento mucho más ligera, pero más que lo perdido lo importante es lo que he ganado: he aprendido a escuchar a mi cuerpo, entender lo que necesita (física y mentalmente), he aprendido lo que me sienta bien y cómo debo gestionarme a la hora de comer. Los nuevos hábitos son ya para siempre. Confieso que, por mi ritmo de vida, pensé que me sería más difícil hacerlo (incluso que no aguantaría), pero con su acompañamiento continuo ha sido fácil y se ha convertido en una experiencia agradable.
Categorías
Etiquetas
aliño
bebidas
cocacola
cola
conciencia
consejos
crema
cremas
crisis
crudo
detoxificacion
diet
emociones
energia
ensalada
garbanzo
guarnicion
hambre
hamburguesa
horno
integral
legumbre
light
los 40
masa
maternidad
mermelada
obesidad
panes
pescado
pizza
postres
posturas
quinoa
remoto
salsa
sin carne
sin gluten
sin huevo
sin lacteos
soledad
trabajar en casa
vegano
vegetariano
verduras