Sentía que debía resetearme, limpiarme en todos los sentidos, y ha funcionado. Gracias a la detox he perdido 8 kilos, me siento mucho más ligera, pero más que lo perdido lo importante es lo que he ganado: he aprendido a escuchar a mi cuerpo, entender lo que necesita (física y mentalmente), he aprendido lo que me sienta bien y cómo debo gestionarme a la hora de comer. Los nuevos hábitos son ya para siempre. Confieso que, por mi ritmo de vida, pensé que me sería más difícil hacerlo (incluso que no aguantaría), pero con su acompañamiento continuo ha sido fácil y se ha convertido en una experiencia agradable.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies