Cuando conocí a Bea estaba desesperada, tenía diagnosticado tres tipos de intolerancias: lactosa, fructosa y gluten. Había visitado muchísimos médicos, digestivos, endocrinos y no había nada que hacer, ni mucho que comer. Gracias a la dieta personalizada, el conocimiento y acompañamiento de Bea, en solo un mes y medio, mi vida cambió para siempre. Soy una persona nueva, como de todo: frutas, verduras, pasta, proteínas, lo que quiera y me encuentro genial. Además, tengo más energía y me siento muy positiva. Gracias, Bea; sin ti no lo habría conseguido.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.

ACEPTAR
Aviso de cookies